Tomás Cano Binder, BA, CT wrote:
Exactamente por casos como estos me encanta ir aumentando mi biblioteca de diccionarios en papel siempre que puedo. Aquí se aplica perfectamente el dicho «De las aguas mansas me libre Dios, que de las bravas ya me libro yo», o sea, que el peligro no está en las burradas evidentes, sino en usar acríticamente otras que parecen más plausibles.
Secundo totalmente lo que propone Noni: Name and shame!
Me enorgullece también seguir aumentando mi biblioteca de diccionarios, libros de texto y otras especialidades (que vienen con glosarios confeccionados por especialistas). Claro, eso de llamarlos “de papel” me parece que sale de uno de esos glosarios avenedizos, jajaja.
Hoy en día, cualquiera puede armar una página web, insertar un glosario y creerse lexicógrafo.
Saludos a todos este viernes equinóxico.