English to Spanish: Physical Exercise as a Preventive or Disease-Modifying Treatment of Dementia and Brain Aging General field: Medical Detailed field: Medical (general) | |
Source text - English A rapidly growing literature strongly suggests that exercise, specifically aerobic exercise, may attenuate cognitive impairment
and reduce dementia risk. We used PubMed (keywords exercise
and cognition) and manuscript bibliographies to examine the published evidence of a cognitive neuroprotective effect of exercise. Meta-analyses of prospective studies documented a significantly reduced risk of dementia associated with midlife exercise; similarly, midlife exercise significantly reduced later risks of mild cognitive impairment in several studies. Among patients with dementia or mild cognitive impairment, randomized controlled trials (RCTs) documented better cognitive scores after 6 to 12 months of exercise compared with sedentary controls. Meta-analyses of RCTs of aerobic exercise in healthy adults were also associated with significantly improved cognitive scores. One year of aerobic exercise in a large RCT of seniors was associated with significantly larger hippocampal volumes and better spatial memory; other RCTs in seniors documented attenuation of age-related gray matter volume loss with aerobic exercise. Cross-sectional studies similarly reported significantly larger hippocampal or gray matter volumes among physically fit seniors compared with unfit seniors. Brain cognitive networks studied with functional magnetic resonance imaging display improved connectivity after 6 to 12 months of exercise. Animal studies indicate that exercise facilitates neuroplasticity via a variety of biomechanisms, with improved learning outcomes. Induction of brain neurotrophic factors by exercise has been confirmed in multiple animal studies, with indirect evidence for this process in humans. Besides a brain neuroprotective effect, physical exercise may also attenuate cognitive decline via mitigation of cerebrovascular risk, including the contribution of small vessel disease to dementia. Exercise should not be overlooked as an important therapeutic strategy. | Translation - Spanish Un número creciente de estudios sugiere que el ejercicio (específicamente el ejercicio aeróbico) puede atenuar el deterioro cognitivo y reducir el riesgo de demencia. Se utilizó “PubMed” (palabras clave: ejercicio y cognición) y datos bibliográficos de documentos originales para examinar la evidencia publicada acerca del efecto neuroprotector cognitivo del ejercicio. En los meta-análisis de estudios prospectivos se documentó una reducción
significativa del riesgo de demencia asociada con el ejercicio en la mediana edad; de manera similar, varios estudios demuestran que el ejercicio en la mediana edad reduce de manera significativa los riesgos posteriores de deterioro cognitivo leve. Entre los pacientes
con demencia o deterioro cognitivo leve, los ensayos controlados aleatorios (ECA) documentaron mejores puntuaciones cognitivas después de 6 a 12 meses de ejercicio, en comparación con los pacientes sedentarios. Los meta-análisis de los ECA de ejercicio
aeróbico en adultos sanos también se asociaron con puntuaciones cognitivas significativamente superiores. Un año de ejercicio aeróbico en un ECA realizado a un gran número de personas de la tercera edad, se asoció con volúmenes del hipocampo
significativamente más grandes y con mejor memoria espacial; otros ECA en personas mayores documentaron que la relación entre la pérdida de volumen de materia gris y la edad, se atenuaba mediante el ejercicio aeróbico. De manera similar, estudios transversales informaron acerca de volúmenes de materia gris o de hipocampo significativamente más grandes entre personas mayores en buen estado físico, comparado con personas mayores en mal estado físico. Redes cognitivas cerebrales, estudiadas con imágenes de resonancia magnética funcional, mostraron una mejor conectividad después de 6 a 12 meses de ejercicio. Los estudios en animales indican que el ejercicio facilita la neuroplasticidad por medio de una variedad de biomecanismos, con mejores resultados de aprendizaje. La inducción de factores neurotróficos cerebrales por el ejercicio ha sido confirmada en varios estudios con animales, con evidencia indirecta de este proceso en seres humanos. Además
de un efecto neuroprotector del cerebro, el ejercicio físico también puede atenuar el deterioro cognitivo mediante la mitigación del riesgo de un accidente cerebrovascular, incluída la contribución de la enfermedad de pequeño vaso a la demencia. El ejercicio, como una estrategia terapéutica importante, no se debe pasar por alto. |