Una vez que concluyó el Seminario que se dictó en Córdoba, y tras asegurarnos de sacarnos la foto de todos los asistentes (¡nos mojamos un poco para sacarla porque justo se largo a llover!), nos fuimos a disfrutar de una merienda en un bar muy lindo a unos pocos metros del lugar del evento. Ahí pudimos distendernos un poco, continuar conversaciones que habían empezado durante el desayuno o el almuerzo y conocer a otros colegas que también tenían ganas de pasar un buen rato con sus pares. Hablamos de la preparación que nos brinda la facultad para comenzar a desempeñarnos y de los diferentes enfoques de la traducción que tienen las diferentes facultades, de las ventajas y las desventajas de las nuevas tecnologías, de ideas para otros seminarios y cursos que hace falta organizar, de las diferentes oportunidades que cada uno tenía en mente para ganar experiencia cuando recién se comienza y de muchos otros temas que fueron surgiendo, café, te o gaseosa de por medio. Todos nos quedamos con ganas de seguir charlando, ¡así que esperamos volver a juntarnos pronto!