Según anunció el director del puerto, Manuel Conde, el lunes por la mañana un remolcador arrastrará el primera cajón hasta el dique de levante, en un operación que tardará en completarse una hora, y que incluirá un moderno sistema de posicionamiento por satélite (GPS) para que la estructura quede colocada en el sitio preciso, algo básico ya que posteriormente habrá que colocar junto a esta las demás estructuras. En la fase de hundimiento se emplearán más de diez horas, según Conde, quien explicó que la inmersión de los cajones -que son huecos y tienen 42 metros de largo, 21 de ancho y otros tantos de altura-, se realizará llenándolos de agua, elemento que más adelante se sustituirá por tierra.

El coste de cada estructura sobrepasa los 150 millones, por lo que sólo en esta parte de las obras de prolongación del dique de levante se gastarán más de 4.000 de los casi 7.000 millones en los que está presupuestada esta actuación. Los cajones se irán construyendo al ritmo de uno cada seis días hasta febrero en una instalación denominada cajonero, una estructura flotante de 40 metros de altura propiedad de Dragados y Construcciones e instalada en el citado muelle. En total, se utilizarán 275.000 toneladas de hormigón y unos seis millones de kilos de hierro.
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