Esto ya se puede traducir de varias maneras, pero consiste esencialmente en establecer un grupo de control que tenga unas determinadas características comprobadas con la finalidad de compararlo con el grupo objeto del estudio. Por ejemplo, tomas a un grupo de 50 personas a las que ya se les ha diagnosticado y comprobado un determinado síndrome psiquiátrico y comparas a esos pacientes con un grupo de 50 personas en las que todavía no se ha efectuado un diagnóstico. Entonces si consideras un síntoma cualquiera como categoría, compruebas cuántos pacientes tienen ese síntoma en el grupo de control y cuántos lo tienen en el grupo del estudio. Si ese síntoma, por ejemplo, está presente en 48 pacientes de control y en 46 pacientes del estudio, de inmediato se aclara mucho más el diagnóstico.

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